Luego, ya consumado el fraude electoral en julio de 2006, se volvió a montar en su propia propaganda. En un artículo que publicó el Washington post, decía que el gobierno del DF, controlado por López Obrador, pagaba a todos y cada uno de los que asqueados por el proceso electoral y el fraude, tomaron reforma y asistieron a las reuniones en el zócalo capitalino. En ese entonces hice el ejercicio de replicarle mandando mi opinión al Washington post, el cual no publicaron completamente sino solamente el link a mi blog en la internet (link aca).
Entonces, decía que México es un mosaico en el que conviven tanto lo moderno, como lo arcaico. Desde luego para el buen Krauze, lo moderno es hacer valer la voluntad de unos pocos mediante los medios que sean necesarios, fraude electoral seria solo uno de ellos. En cuanto a lo arcaico, dijo que se trataba de esos caciques que imponen su voluntad a las masas mediante el manejo discrecional de recursos, y diciendo que López Obrador era uno de ellos.
Es de sorprender su capacidad para generar confusión. Ahora resulta que Elba Esther gordillo, Mario Marín, Ulises Ruiz, Felipe Calderón y demás fauna son la parte moderna de Mexico. En cambio, lo arcaico son los millones de mexicanos que pedían claridad en el proceso electoral. Como si lo viejo y obsoleto en Mexico fuera el querer tener una democracia representativa.
También, en repetidas ocasiones, Krauze ha acusado a otros periodistas de implicar su origen judío. Hace uso de ese recurso lastimero. Habrá que decirle que ser judío no es automáticamente sinónimo de sufrimiento ni de discriminación. Desde luego hay judíos con quienes nos solidarizamos sinceramente, pero no con todos, menos aun con los que llevan a cabo el exterminio sistemático de palestinos. De que lado esta krauze?
Ahora dice que hay racismo al revés. Que el no aceptar a un español en una secretaria de estado es un sinónimo de ese odio racial que los mexicanos tenemos por los extranjeros y especialmente por los españoles. Que estupidez mas grande! Ni los mexicanos odiamos a los extranjeros, especialmente los españoles, por ser españoles, ni todos los extranjeros son amigos de los mexicanos.
Para demostrar que Krauze miente, basa mencionar un solo nombre: Elena Poniatovska. No hay mujer mas amada, que ella. No hay en su origen extranjero ninguna ofensa para los mexicanos. Por el contrario, nos llena de orgullo ver que alguien, que pudiendo tener todo, decidió tener el cariño y la identidad de los mexicanos. Otro ejemplo también notable de nacionalismo y amor a Mexico podría ser, Assa Cristina Laurel, quien has sido y es funcionaria de gobierno. Y nadie le ha expresado su ‘odio’ o su rechazo, como lo sugeriría Krauze.
Podría alguien mencionar una sola obra que haga pensar a los mexicanos que Juan camilo Mouriño tiene algo, por ligero que sea, de nacionalismo? Digo, el pertenecer a un clan de acaparadores de gasolineras no es precisamente un acto de amor al país. El ser operador político de alguien que nunca se ha molestado en demostrar claramente que ganó las elecciones tampoco. Entonces, porque tendríamos que tolerar la presencia de este personaje que NO nació en Mexico, NO es Mexicano, y NO ha hecho nada por el país? Por un acto de fe?
No lo creo, Krauze se monta en el argumento de los judíos en Israel, que los palestinos son un peligro porque los quieren segregar. Por absurdo que parezca ese es el argumento que usan cuando asesinan a niños y mujeres. Será eso lo que dice Krauze en la represión en Oaxaca, donde esa minoría que se cree española desdeña y asesina a los Oaxaqueños? Segun Krauze, la APPO estaria aplicando una politica de limpieza racial, lo cual es por demas una estupidez.
No tardaron los ‘medios de comunicación’ en candidatear a Mouriño para el 2012. En una verdadera sesión de besamanos se convirtió la noticia de la designación de el nuevo secretario de gobernación. No hubo posturas criticas entre los lectores de noticias, ni los noticieros estrella. Solo una serie de especulaciones sobre el futuro político del gasolinera de los litros de 800 mililitros.
Que si va para la grande, que si esto, que si lo otro. Algunos se apresuraron a presentar pruebas de su ‘mexicanidad’ como el universal que publico su acta de nacimiento y su prueba de nacionalidad. Lo cierto es que nadie lo conoce. Hasta tuvieron que convocar estos medios a quienes lo hubieran conocido a compartir alguna anécdota.